Dice mi jefa que tengo una manía de teclear con una mano - que debo aprender a usar ambas
eso hacía hace un instante, a lo mejor tiene razón, tiene algo de idleness, descuido
a lo mejor una nostalgia por la escuela y los días donde sentado en una mesa, la cabeza apoyada sobre una mano, garabateaba
escribía un par de líneas
pero aunque sea lento, aunque sea poco práctico me gusta solo usar una mano a veces
me recuerda a tocar el piano, una danza de dedos, escribir con pluma, dibujar con lápiz...
si es cierto que no es lo más apropiado para el trabajo, simplemente no me doy cuenta cuando lo hago
pero me ayuda a pensar, con cuello relajado, cabeza resguardada, permite que las ideas floten, cabecear en el aire sobre mi cabeza...
el dibujo tiene algo ligero, danzarín, la palabra escrita resulta a menudo pesada, demasiado firme, como piedras, solido y estoico ..
Pero mis trabajos también, en la búsqueda por lo ligero, vago - no sé la palabra ahora..-
pero todo resulta demasiado pesado, oscuro, severo y solemne...
Y la esquina de cocina, llena de especias, curry, sal, pimentón, laurel, aceite, oréganos, canela, azúcar, cacao; de fruta, kiwis, manzanas, plátanos, mandarinas; de tulipanes, de botellas de vino vacías, con velas en la boquilla, manteles verde oscuro, fotos, y una pared tan enorme y blanca, todo bajo la luz del día que entra por la ventana y hace que todo vibre..
hace un sitio perfecto, una esquinita para escribir
resguardado pero fresco, alegre
A lo mejor necesito volver al color
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